Isabel Zendal: la primera enfermera en misión internacional

Hacia finales del siglo XVIII, la mujer del campo estaba destinada a un solo sitio y una sola actividad: el hogar y la crianza. Este no fue el caso Isabel Zendal (Santa Marina de Parada, La Coruña, 1771 – Puebla de los ángeles, Nueva España) quien, a pesar de haber nacido en el seno de una familia de agricultores pobres, fue educada por el párroco de su comunidad y pudo ejercer como una enfermera en el Hospital de la Caridad de la Coruña, librándose así de aquellas actividades a las que estaban obligadas las mujeres de su época.

Pero su historia no acaba ahí, ya que a inicios del siglo XIX se emprendería una de las expediciones filantrópicas más ambiciosas en contra de una enfermedad mortal: la viruela.

Por aquellas fechas, la viruela era una enfermedad de la que era difícil salir sin secuelas. En España cobraba la vida de alrededor de 400 mil personas al año (una de esas tantas víctimas fue la propia madre de Isabel). No obstante, en 1796 fue desarrollada una vacuna por el médico inglés Edward Jenner, la cual era un avance significativo para la lucha contra la enfermedad.

Para continuar esos esfuerzos, el emperador Carlos IV de España, convencido por su médico, Javier Balmis, decidió enviar a este último en una expedición rumbo a América para esparcir la vacuna. El viaje no lo haría solo.

Antes de irse, reunió a 22 niños huérfanos, quienes ayudarían a transportar la vacuna en sus organismos, debido a las limitaciones para transportarla por otros medios. Asimismo, reunió a un grupo de médicos y enfermeras, entre las cuales estaría Isabel Zendal, quien era rectora de una casa de expósitos.

Algo importante a recalcar es que, así como a los demás miembros varones de la expedición, recibió el mismo sueldo por sus servicios, además de que pudo llevar una vida distinta a la de la mayoría de las mujeres de su tiempo. Su labor fue la de cuidar a todos y cada uno de los niños que servían como recipiente de la vacuna.

La misión atravesaría distintas colonias españolas, desde las islas Canarias hasta China. Sus resultados fueron importantes, ya que se vacunó directamente a 250 mil personas en total. Después de su regreso de Manila, Isabel se quedó junto a su hijo, en la Nueva España, específicamente en Puebla. Balmis informaría que: “La mísera Rectora que con el excesivo trabajo y rigor de los diferentes climas que hemos recorrido, perdió enteramente su salud, infatigable noche y dia ha derramado todas las ternuras de la más sensible Madre sobre los 26 angelitos que tiene a su cuidado, del mismo modo que lo hizo desde A Coruña y en todos los viajes y los ha asistido enteramente en sus continuadas enfermedades”. Después de eso se sabe que falleció en el mismo sitio.

La figura de Isabel Zendal es importante aún hasta el día de hoy. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como la primera enfermera en misión internacional, además hay diversos reconocimientos, escuelas y calles con su nombre. En la ficción ha sido un personaje importante para las historias que recrean aquel momento de importancia para la historia.

Sin duda, es una figura femenina importante, que nos recuerda que hubo muchas mujeres que intentaron salir de lo ya definido y formaron parte de las hazañas de la historia.

@reinasdelaselva

Fuente: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/isabel-zendal-primera-enfermera-mision-internacional_15935

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