Jackie Kennedy, una de las mujeres más controversiales del mundo de la política, en la historia de los Estados Unidos. Icono de la moda, ex primera dama y viuda de uno de los presidentes más famosos de Norteamérica, Jacqueline Lee Bouvier, nació el 28 de julio de 1929 en Nueva York.
Jaqueline perteneció siempre a la clase social alta, pues sus padres fueron personas de gran renombre; su padre era corredor de bolsa y su madre fue la hija del presidente de una entidad bancaria muy reconocida. Durante su infancia se le enseñó modales de etiqueta, usos y costumbres e indumentaria, debido a su madre, quien estaba preocupada por el entorno social de sus hijas, decidió enseñarles.
Estudió la carrera de Arte, en la Universidad George Washington, y se graduó en 1951. Además, hablaba con gran fluidez el francés y el español. Una vez graduada, trabajó como fotógrafa en el Washington Times Herald. No sabía que aquél trabajo sería su boleto a la fama mundial, pues gracias a él se involucró en el mundo de la política. Así fue como conoció a su futuro esposo: el demócrata John F. Kennedy.
Apenas se casaron en 1953, esta pareja se convirtió en una de las más admiradas y envidiadas por estilo, belleza y cultura. Ambos gustaban del arte y de la cultura, lo cual hacía que conocieran a grandes personalidades de tal índole. Para 1960, su fama se incrementó, cuando Kennedy gana las elecciones para la presidencia de Estados Unidos, venciendo a Richard Nixon. Así Jaqueline, con 31 años de edad, se convirtió en la primera dama más joven, hasta ese momento.
Jaqueline Kennedy, era foco de atención internacionalmente, y mujeres de todo el mundo imitaban su estilo, ya que le encantaba el buen vestir y gozaba de buen gusto en la moda.
Sin embargo, el 22 de noviembre de 1963, sería un año que cambiaría radicalmente la vida de la primera dama, pues sería un día que se tiñó de rojo con el asesinato de su esposo, el presidente de los Estados Unidos. Ella se encontraba con él cuando este lamentable hecho aconteció.
Si bien Jaqueline quiso reconstruir su vida, la prensa y la sociedad fueron obstáculos de gran calibre, que le impidieron hacerlo con creces. Mientras vivió, Jaqueline Kennedy dio una imagen heroica, de una mujer que tras haber perdido a su marido, se negó a cambiarse de ropa para que el mundo viera las manchas de sangre, como símbolo de protesta. Sin embargo, a pesar de ello, la prensa se esforzó en manchar su imagen, convirtiéndola de ídola a villana.
Tras cinco años después de la muerte del presidente Kennedy, esta mujer contraería nupcias con el magnate Aristóteles Onassis, quien en ese entonces salía con la cantante de ópera María Callas. Se dice que aquél matrimonio estuvo arreglado, que no hubo ni una pizca de amor entre ellos, pues ambos necesitaban del otro, para que su fama y fortuna no descendiera. Ella sacaba provecho del dinero de Onassis y él de la posición social de Jaqueline. Esta relación de gran polémica, terminaría en 1975, cuando ambos decidieron divorciarse, no obstante, la muerte le haría una terrible jugada a Onassis, pues no alcanzó a firmar los papeles.
Las malas lenguas afirman que Jaqueline tuvo varias aventuras durante y después del matrimonio con John F. Kennedy. Una de las más polémicas fue con su cuñado Bobby. El escritor C. David Heymann afirma en su libro «Bobby and Jackie, a Love Story», que existen pruebas de esta relación en los archivos secretos del FBI.
La vida de una de las mujeres de más poder, que ha dado mucho de qué hablar en la historia de los Estados Unidos, concluyó con un cáncer que la mató el 19 de mayo de 1994.
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