Fue en el patio de una escuela en Ecuador donde amaneció tendido el cuerpo de Valentina, una pequeña de once años; Valentina había desaparecido la fecha del 23 de Junio del año 2016, nunca llegó a casa ni asistió a su rutinaria clase de flauta en el Conservatorio Nacional de Música; Valentina fue buscada por su madre, hasta que la mañana del 24 de junio, la encontró sin vida en el patio de su escuela.
Ruth, mamá de Valentina, con valentía pronunció : Hoy es Valentina, mañana podría ser cualquiera de nuestros hijos e hijas.
Hoy Ruth pide justicia para su hija, y exige se esclarezcan los hechos, declaró también que, en el caso de su hija, confluyen dos formas de violencia ligadas entre sí: una, la violencia que se ejerce contra niñas, niños y adolescentes, en entorno educativos, y por otro lado, la violencia contra la mujer.
A su vez, busca no solo la justicia por la muerte de su hija, si no que se erradiquen todas las formas de violencia en el sistema educativo, y que se vele por la integridad física, psicológica y sexual de los y las estudiantes.
El hecho de que el cadáver de una niña de once años de edad, amaneciera tendido en el patio de su escuela, tendría que haber generado una reacción en las autoridades gubernamentales, así como a las autoridades correspondientes al ámbito educativo, este hecho deberían recalcar la vulnerabilidad a la que se expone la infancia.
Se obliga a las autoridades a responder las preguntas de: ¿cuál es el peligro en el que se encuentran los alumnos?, ¿de quién hay que cuidarlos?
Valentina, según su mamá, era una niña alegre, inteligente, llena de sueños, esperanzas y proyectos de vida.
Reinasdelaselva 