Jane Beryl Wilde nació el 29 de Marzo en 1944 en Inglaterra. Se casó con Stephen Hawking, físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico, a quién le diagnosticaron una enfermedad motoneuronal.
Ella siendo doctora en Filología Hispánica, escribió un libro llamado «Memorias hacia el infinito» – Mi vida con Stephen Hawking.
Jane dio los motivos por los que empezó a escribir, comentó que cuando se separó de Stephen, estuvo bastante dolida y agotada, al grado que se imposibilitaba de hacer cualquier cosa, ella deseaba contar la verdadera historia del matrimonio con Stephen y anticiparse a que existiera una historia falsa.
Jane confiesa que, a pesar de que a Stephen ya le habían diagnosticado la enfermedad que padecía, no fue motivo para que ella dudara de casarse con él, y jamás tuvo una actitud negativa, al contrario, fue demasiado optimista, ya que los médicos le daban dos años de vida, por tanto, ella tenía dos años para dedicarle a su esposo, y sumando que la Guerra Fría estaba en su plenitud y la sensación de perder la vida en cualquier momento, rondaba a diario por su cabeza, no le importaba entregar su vida a Stephen.
Stephen fue un gran inspirador y motivador para el interés que Jane le dió a la ciencia, la física y el estudio del universo.
Su vida, día a día, con Stephen, empezaba por prepararlo en la mañana para llevarlo a su despacho, le hacía de comer y de cenar, pues las comidas de Stephen eran grandes; al tener hijos, por días enteros él permanecía sentado y postrado en una silla de ruedas, y permanecía sin hablar; días después descubrió lo que pasaba, y era que había logrado descifrar un problema de Física.
Para Jane era difícil, pues a pesar de que era su esposa y tenían niños, Stephen era una persona que no prestaba atención a absolutamente nada que no fuera la idea que tenía en mente.
El motivo por el que terminó su matrimonio, fue la decisión que Stephen tomó de irse con una de sus cuidadoras «Elaine Maison», de quién se separó en 2006, tras una acusación por maltratos, pero no fue sólo ella por la que dejó a Jane, esta situación se presentó en diferentes ocasiones.
Jane logró perdonar a Stephen, por todo el sufrimiento por el que había pasado; al final del día, ella tenía muchas ventajas a su lado, pues ella tenía la movilidad, y no estaba imposibilitada de hablar, ni le era difícil comer.
Para Jane, llevar una vida con Stephen fue bastante complicado y difícil, pues sentía mucha responsabilidad de protegerlo y servirlo, por la situación en la que él se encontraba; era tanta la carga que ella sentía, al grado de querer quitarse la vida.
Los últimos años al lado de Stephen fueron bastante difíciles, pues él era una verdadera estrella, y para las enfermeras era un dios, y esto la arrinconaba con sus hijos, cuál si ellos no tuvieran el derecho de estar al lado de una persona con su nivel de inteligencia.
Años después de su separación, ellos se convirtieron en amigos , y todo el rencor que ella le tenía, se tornó en amabilidad y cariño.