Fabrican niñas robot, para personas con actitudes pedófilas

Hasta hace algunos años, el tema del abuso sexual infantil era un asunto bastante desconocido por la sociedad, sin embargo, en la actualidad, esta problemática ha venido creciendo a niveles exponenciales, en donde el grado de violencia ha llegado a límites nunca antes imaginados; la crueldad con la que han sido tratadas las víctimas, parece fuera de este mundo.

Muchos especialistas han llegado a la conclusión de que el origen de esta tendencia anómala, puede estar relacionada con el aprendizaje de actitudes extremas negativas hacia la sexualidad, o con el abuso sexual sufrido en la infancia, así como con sentimientos de inferioridad o con la incapacidad para establecer relaciones sociales y sexuales normales.

Si bien la situación debe de ser atendida por especialistas, para encontrar la manera de controlar la problemática, lo que resulta alarmante, más que el mismo hecho en particular, es la idea de saber que estas acciones, que perjudican a terceros y perturban las vidas de nuestras niñas y niños, ¡puedan llegar a ser socialmente aceptadas!

Cuando detuvieron a Kenneth Harrison, un hombre de 31 años en el aeropuerto de Canadá, por poseer material pornográfico infantil, se abrió un fuerte debate sobre la noticia de que la empresa japonesa llamada Harumi Designs, se dedicaba a fabricar robots sexuales con rasgos infantiles, bajo la idea de poder satisfacer las tendencias anómalas de los posibles pederastas; Harrison, no fue procesado por el delito de pedofilia, ya que no se le pudo comprobar ningún tipo de delito que atentara contra la infancia.

Trottla, otra de las compañías que se dedican a la creación de muñecas con aspecto infantil, enfocadas a pedófilos, tiene como misión que estos desquiten sus impulsos en un objeto, en lugar de con una menor. Cabe destacar que, Shin Takagi, fundador de la compañía, es nada más ni nada menos que un pedófilo que se asume como tal, pero asegura, jamás dejó que sus impulsos lo dominaran y nunca ha tocado a un niño.

Si bien se sabe que no existe una cura 100% efectiva para esta anomalía, muchos de los que se encuentran a favor del uso de estos objetos, se justifican en el hecho de que «creen» que pueden ejercer una especie de «autocontrol» para evitar dañar a un pequeño. Empero, los científicos difieren, pues hay estudiosos como Peter Fagan, de la Escuela de Medicina John Hopkins, que aseguran estas muñecas tendrían un “efecto de refuerzo” sobre las personas con dichas tendencias.

No cabe duda que el tema es por demás polémico, pero lo que es un hecho es que se están vendiendo alrededor del mundo, y día con día aumenta el número de personas que las adquieren. La misma situación ha identificado a decenas de personas con este tipo de conductas que, hasta el momento, no se tenían identificadas, sin embargo, habrá que esperar para ver si estas muñecas de silicona hiperrealistas, que pesan alrededor de 25 kilogramos y que pueden costar miles de euros, realmente funcionan o simplemente agravan más la situación.

@reinasdelaselva

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