Con tal de obtener mercancía, en Tanzania casan a las niñas, de entre 12 y 16 años de edad, con cualquier hombre a cambio de vacas, pues según sus tradiciones, una vaca vale más que cualquier hija. Para los padres es más importante conseguir vacas que mantener a las hijas en casa, en cambio, con los varones no sucede ésto, porque se espera que cuando los hijos maduren hagan el mismo intercambio.
Diversas organizaciones han luchado a favor de las víctimas de casamiento infantil, rescatándolas y llevándolas a refugios especiales. Afortunadamente se han aprobado leyes para castigar con 30 años de cárcel a quien contraiga matrimonio con una joven menor de 18 años; asimismo, la pena será aplicada para los padres, si ellos permiten que su hija se case antes de cumplir 18 años.
Una de las víctimas, cuyos padres fueron arrestados, declara que:
«Mi padre necesitaba vacas y no a mí,»
Una muy dolorosa declaración.
Un señor de Tanzania, afirma lo siguiente:
«Las vacas tienen más valor que las chicas. Cuando una hija se casa, abandona a la familia, pero las vacas se quedan. Los hombres quieren casarse con las niñas muy jóvenes, si la niña se casa pronto se adapta más fácilmente a su nueva familia; las niñas educadas no tienen tanto valor, no son buenas amas de casa, quieren tener su propio opinión sobre todo. Están malcriadas. Una niña educada no vale más que cinco vacas.»
En las comunidades de Tanzania no se valora a la mujer, las madres por ejemplo, no pueden opinar al respecto sobre el futuro de sus hijas, la decisión tiene únicamente peso, si viene del padre.
Reinasdelaselva 