El 3 de mayo del 2017, hubo el hallazgo de uno de tantos feminicidios ocurridos en el país. Esta vez, la desafortunada fue Lesvy Osorio, una chica de 22 años de edad, encontrada en las inmediaciones del Instituto de Ingeniería de Ciudad Universitaria (UNAM), al lado de una caseta telefónica.
Su caso fue tema de gran controversia, pues dejó a mucha gente anonadada y en shock, que CU pudiera ser el escenario de un homicidio. Además, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, creyó prudente revelar datos íntimos de la víctima, en su cuenta de Twitter:
“Su madre y su novio aseguraron que ella no estudiaba desde 2014, y dejó sus clases en CCH Sur, donde debía materias.”
La respuesta y enojo del público no se hizo esperar, y miles de personas hicieron comentarios al respecto con el: #SiMeMatan.
Es lamentable que, miles de mujeres escribieron con el popular hashtag, porque realmente, en el fondo, saben que les puede pasar a ellas. Le puede pasar a cualquiera. Tristemente estamos en una sociedad machista que sólo busca justificaciones para culpar a la mujer de su propio asesinato. Aunque después, la PGJ se disculpó ante el público por haber creado indignación, eso sólo es una pequeña pizca de las creencias de muchas personas, pues la mujer sigue siendo objeto de abusos sexuales.
Desafortunadamente, una de las usuarias que se unieron al movimiento #SiMeMatan, cuatro meses después también sería víctima de feminicidio. Mara Castilla, quien fue asesinada por un conductor de Cabify; Mara escribió:
#SiMeMatan es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza…
Escalofríos dan al saber con certeza, que Mara Castilla no es la única mujer que apoyó abiertamente al movimiento y que fue asesinada. Todos los días ocurren feminicidios, por la noche y en plena luz del día, lamentablemente, la gran mayoría de ellos son desconocidos, y estas valiosas mujeres quedan en el olvido.
Porque bebió demasiado, porque vistió un vestido o una falda demasiado corta, porque salió de su casa muy noche para divertirse, incluso, porque le sonrió a un chico, son algunas de las millones de estúpidas excusas, que la gente pone para dar crédito al crimen contra la mujer, desde un abuso sexual, hasta su asesinato.
La respuesta es clara, las mujeres están cansadas, indignadas y enfadadas de que no puedan vivir con libertad y sí con miedo.