El 26 de julio de 1979, sucedió algo terrorífico en la playa Huntington, California, cuando policías encontraron cientos de fotografías de mujeres que fueron asesinadas por Rodney Alcala. Las fotos habrían sido tomadas por el sujeto. Lamentablemente, la mayoría de las mujeres no han sido identificadas hasta la fecha.
Cuando se halló la evidencia del asesino en serie, el caso de la niña de 12 años, Robin Samsoe, estaba siendo investigado por las autoridades. La menor había sido vista platicando con Alcala un mes antes, además, sus aretes fueron encontrados junto con las fotografías.
Por lo que fue sentenciado a muerte el 8 de mayo de 1980, sin embargo apeló con éxito el fallo, argumentando que la inclusión del caso de algunas condenas anteriores, habían perjudicado al jurado. Años más tarde, en 1986 fue a juicio nuevamente, quedando impune como anteriormente lo había hecho, esta vez porque el juez impidió que la defensa desarrollara y presentara material probatorio, para cuestiones importantes en el caso. Fue hasta el 2010 cuando por fin recibió la pena de muerte.
A pesar de lo difícil que fue concretar su condena, no cabe duda que Alcala fue un prolífico asesino en serie. Entre los tres juicios que se llevaron en su contra, de 1980 a 2010, se demostró el homicidio de siete mujeres jóvenes, que los detectives mantienen como caso incompleto.
Las fotografías de mujeres que se encontraron aquél día de 1979, fueron mostradas hasta el último juicio de Alcala, esperando que se supieran las identidades de la mayoría de las personas que aparecían ahí. No obstante, muchas de ellas siguen sin saberse quiénes eran.
Rodney Alcala nació en San Antonio Texas en 1943, mudándose a la edad de 12 años a Los Ángeles, California. Intentó entrar en el ejército, sin embargo fue descalificado por trastorno de personalidad; por ello estudió Artes en la UCLA, graduándose en 1968, año en el que cometió su primer crimen conocido: cuando fue visto por un conductor, raptando a una menor de ocho años, metiéndola en su coche a base de mentiras. La niña fue llevada a su departamento en Hollywood. Cuando la policía llegó, encontraron a la niña violada, golpeada y se mantenía apenas con vida. Alcala escapó.
Posteriormente, Alcala utilizó un nombre falso para estudiar fotografía bajo la dirección de Roman Polanski.
Un dato curioso de Alcala ocurre en el año de 1979, cuando participó en un programa de citas llamado «The Dating Game», juego que ganó, al ser escogido por la chica para una cita que consistía en un viaje y en unas clases de tenis juntos. Es escalofriante cuando Rodney responde a la pregunta «¿Cuál es tu mejor momento del día?» con «el mejor momento es la noche». La chica se salvó, al rechazar salir con él tras bambalinas, pues afirma que vio algo macabro en él y que no lo quería volver a ver en su vida.
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