El rostro de la tragedia

“(…) jamás he necesitado tener un hombre a mi lado para salir adelante.”

Sonia Miranda

Conocida por algunos como la Venus de Milo capitalina, Sonia Miranda Sánchez es la admiración para los habitantes de la Ciudad de México; con sus dos manos amputadas ella ha sabido salir adelante.

Todos la hemos visto alguna vez; ya sea en el Metro, enfrente de la Catedral Metropolitana o últimamente en el andador Madero; dependiendo de la temporada, podemos verla dibujar, bordar servilletas o hacer bufandas.

Sonia fue una de las tantas víctimas de la tragedia de San Juanico (la explosión del almacenamiento de gas en San Juan Ixhuatepec, en Tlanepantla, Estado de México), con tan solo dos años perdió a su madre y a su hermano; fue criada junto con su otra hermana, por su abuela materna, ya que desde hace tiempo no veían a su padre, y claramente, ya no se hizo responsable.

Con certificado de secundaria, Sonia empezó a trabajar; su primero empleo fue en una ferretería, donde tan solo duró tres años, ya que se enteró de que estaba embarazada de su primera hija, a los 19 años; no recibió apoyo de su pareja en ese tiempo, ya que la había abandonado, de igual manera con su segundo hijo, el padre no se hizo cargo y los dejó.

Después de sus embarazos tuvo más chambitas que le permitieron costear la leche y los pañales de sus hijos; hasta que un día tomó la decisión de hacer dibujos y venderlos, empezó por el Metro y luego en la Catedral, donde ya no vendía solo dibujos, sino también servilletas, y afuera de la iglesia, aprendió a hacer bufandas, gracias a una señora.

Cuando se da cuenta que con las bufandas percibía una lanita extra, decide hacerlas con mayor frecuencia, y es cuando se cambia a Madero. Ella no niega la ayuda caritativa de la gente, pero prefiere estar haciendo algo, a simplemente generar lástima.

Los transeúntes que pasan por esa calle tan circulada son atraídos hacia a Sonia, ya que se sorprenden ante su habilidad con la aguja y la facilidad con la que pasa el estambre, sin duda algo que deja boca abierto a más de uno.

Sonia reconoce que ha sido una vida llena de sacrificios, especialmente el tiempo que pasa con sus hijos, ya que no los ve a diario como quisiera, aun así, eso no es límite para poder mantener a su asombrosa familia.

@reinasdelaselva

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