“(…) Hemos aprendido que no podemos ser sólo despechos, tenemos que acompañar a las víctimas, ir caminando con el activismo.”
Luz Castro
La agresión hacia la mujer es sin duda una mal social que seguimos ignorando en México; muertas en Ciudad Juárez, feminicidios en el Estado de México y secuestros en Michoácan, son solo algunos de los casos que hemos escuchado y siguen sin ser resueltos, dejando en evidencia que nuestro gobierno no ha progresado en el sistema penal.
Un caso que estuvo en el ojo de todo el mundo fue el asesinato de la activista Marisela Escobedo Ortiz en el 2010; lo único que quería era justicia para su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo quien fue encontrada calcinada en el 2008, la justicia no había hecho nada para encontrar a Sergio Rafael Barraza Bocanegra, su homicida, por lo que Marisela lo buscó por sus propios méritos y dio con él, hizo que confesara, sin embargo, no fue encarcelado por falta de pruebas.
Marisela estuvo durante dos años manifestándose sin tener respuesta, hasta que le dispararon en la cabeza enfrente del Palacio de Gobierno de Chihuahua en el 2010; presuntamente por el hermano de Sergio Antonio Barraza, que podrían formar parte del cartel de Los Zetas.
Tras cuatro años de no dar seguimiento a esta injusticia, la licenciada Luz Castro, alzó la voz por los Derechos de la Mujer e hizo que el caso fuera noticia internacional, y se le tomara la relevancia que realmente tuvo en nuestro país.
Lo que hizo que México volviera a ser juzgado como un país con tendencia misógina, que aunque trata de ser incluyente, no lo ha logrado. Sin duda, una situación que al parecer no va cambiar por muchos años.