«Una patria Señor, una patria pequeña, como un patio o una grieta en un muro muy sólido. Una patria para reemplazar a la que me arrancaron del alma de un sólo tirón.»
María Teresa de León
La Guerra Civil Española (1936-1939) es un suceso terrible que marcó por completo la historia de la Nación. En ella se desataron cientos de acontecimientos, como la dictadura en la que fue sumergido el país español por Francisco Franco, y que concluiría hasta 1975.
Otra tragedia ocurrida tras la Guerra Civil, fue el olvido de pensadores, mentes brillantes e intelectuales, que marcaron en los años 20 y parte de los 30, la cultura española. Entre ellos, se encuentran las Sinsombrero. Mujeres que fueron tachadas de brujas por apoyar a la República. Una vez que el Ejército ganó, las condenó a todas exiliándolas de la vida pública.
Las Sinsombrero, son artistas y escritoras, cuyo legado es una base fundamental en la cultura española, que tuvo inicio en 1927. A los artistas del género masculino se les denomina Generación del 27.
Para entender el término de las Sinsombrero es imprescindible conocer la historia de España a principios del Siglo XX. Se sabe que en España hubo una época de total mediocridad hacia el género femenino. Así, pensadoras y artistas femeninas, como Victoria Kent, María de Maeztu o Clara Campoamor, se convirtieron en mujeres sumamente influyentes, creando un pensamiento feminista y de poder hacia la mujer, pero sobre todo de voz. Así, fueron mentoras de otras grandes figuras públicas como María Teresa León, Concha Méndez, Maruja Mallo, Ernestina de Champourcín, María Zambrano, Rosa Chacel y Josefina de la Torre.
En un acto de protesta de igualdad de género y reconocimiento , las Sinsombrero y la Generación del 27, se quitaron el sombrero en público, honrando a aquéllas artistas que dieron voz al sexo femenino en 1914. Este acto fue protagonizado por Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca, en la Puerta del Sol –la plaza más importante de Madrid–.
Una vez que la dictadura llegó a su fin, algunas obras fueron reconocidas e incluidas en libros de texto. No obstante, muchos nombres siguen sin tener un lugar especial en la historia, han quedado en el olvido.