Lo que el fútbol les ha enseñado a estas mujeres

“Los hombres de mi comunidad me decían que me iba de loca, que iba a perder el tiempo. La comunidad te señala. Te chiflan como si ponernos un short fuera para agradarles.”

Guadalupe García

El municipio de Jocotitlán del Estado de México, alberga a la comunidad indígena mazahua. Este municipio lamentablemente tiene altos índices de feminicidios y violencia de género, no es de impresionar que la mentalidad de la mayoría de sus habitantes sea extremadamente machista.

Guadalupe García  quiere cambiar tal mentalidad, y brindarle a las niñas la oportunidad de decir “este cuerpo es mío y nadie lo toca si no quiero”. Por esta razón, creó  la Organización Mujeres, Lucha y Derechos para Todas (Mulyd).  Organización que convierte el fútbol en un medio de libre expresión para las niñas mazahuas. Así aprenden a conocer sus derechos, a darse a respetar, aumentan su autoestima y liderazgo y, lo más importante, es un impulso para salir del entorno de violencia que conocen.

“Lo que hacemos es empoderar liderazgos femeninos con niñas, a partir del fútbol. Utilizamos al fútbol como un medio para la promoción y defensa de los derechos humanos de las niñas mazahuas.” – Guadalupe García

En un principio, el municipio de Jocotitlán, veía con malos ojos esta práctica, pues según sus costumbres, las mujeres deben “obedecer, callar y aprender a hacer las cosas que nos indican en las casas”. Es importante mencionar, que este nivel de opresión depende de cada familia. Sin embargo, hoy en día, las futbolistas que componen  Mulyd, derribaron el primer pilar de muchos, de una sociedad machista, pues ya son fuertemente reconocidas por ella.

La infancia de Guadalupe García fue bastante dura, pues creció en un ambiente lleno de violencia: Su abuelo golpeaba a su abuela, hasta que un día terminó matándola. Su madre se casó a los 14 años, y su padre fue alcohólico durante veinte años; además, sus hermanas se casaron cuando cursaban la secundaria.  Por esta razón decidió empezar sus estudios en la Ciudad de México, mientras se dedicaba como trabajadora del hogar. Al terminar sus estudios, hizo una tesis sobre la violencia hacia las mujeres en su comunidad.  Actualmente tiene 34 años y el fútbol ha sido siempre su manera de escapar de una sociedad machista, pues para ella, jugarlo era un acto de rebeldía y de libertad de expresión.

“Nuestro objetivo es que las compañeras se muevan, sientan el sudor, la adrenalina. Cuando entran al campo son ellas mismas, ahí se reconocen como dueñas de su cuerpo.” – Guadalupe García

Es admirable el compromiso y empeño que Lupita –como le dicen– pone en su organización, y durante el reclutamiento de las niñas, quienes son en su mayoría menores de 15 años, de siete municipios pertenecientes a la comunidad mazahua. Además, también les imparte talleres de forma obligatoria, sobre violencia de género.

@reinasdelaselva

 

 

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