Fue una primera dama muy recordada por el atuendo manchado de sangre que utilizó el 22 de noviembre de 1963; ella se negó a cambiarse la ropa para atestiguar lo que su marido había vivido, su marido era el presidente número 35 de Estados Unidos, quién fue asesinado en Dallas.
Fue este hecho lo que a Jaqueline Kennedy la motivo a querer dar a notar, tanto el asesinato de su marido, como a ella misma, con eso se inmortalizó como heroína y se convirtió en un objeto de admiración aún más grande que la admiración que logró, al convertirse en primera dama; Jaqueline enviudó a los 34 años, siendo madre de dos niños, y se convirtió en una mujer adorada por los habitantes de Estados Unidos.
Años después, en 1968, contrajo matrimonio con Aristóteles Onassis quién era un financiero nuevo rico, del cual se sospechaba bastante de su fortuna; pesé a que se casara con él y esto fuera una traición, ella no cayo del pedestal en el que se encontraba, ya que fue bastante discreta con su vida personal.
Fue a sus 64 años, cuando Jackie perdió la batalla contra el cáncer y falleció, cuándo se empezó a saber su lado no tan bueno.
La realidad era que Jackie sufría de cambios de humor y era una persona fría e indiferente, dependiente también de las anfetaminas.
Ella, como esposa de John F, Kennedy, estaba consciente de todas y cada una de las mujeres que formaron parte de la lista de sus amantes, y aunque se hacía de la vista gorda, por la existencia de estas mujeres en la vida de su marido, había una mujer que representaba una verdadera competencia para ella, era Marilyn Monroe, quién podía poner en juego la vida e imagen de Jackie, pues Marilyn era famosa, no obstante, Marilyn tenía en la cabeza el lugar como segunda mujer del presidente.
La asistente del mandatario afirmó que el matrimonio entre John y Jackie solo era un título e imagen, que como político John necesitaba, al igual que para ser presidente necesitaba una esposa.
Otra vivencia de Jackie fue su aborto, después de éste, al año dio a luz a una pequeña que nació sin vida, sucesos que Jackie vivió sin el apoyo de su esposo.
Jackie se dio a la tarea de enderezar su vida marital, esto lo hizo de una manera no tan buena, pues empezó a actuar de manera desleal, teniendo amoríos del mismo calibre que su esposo.
No fue un reinado mágico la vida y matrimonio de esta famosa.
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