“No puedo dejar pasar la ocasión para hablarle a su corazón, señor presidente, para pedirle que se deje tocar por el dolor de tantas familias afectadas a causa de la violencia. No sólo a él, sino a ustedes también.”
Fundadora y dirigente de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC), Consuelo Morales es una monja que vela por los desaparecidos en Nuevo León y lucha por encontrarlos. Ella se enfrenta a las autoridades, como a la Policía, al Ministerio Público e inclusive a la Marina.
Consuelo Morales nació en 1948 en Monterrey, Nuevo León. Desde que era una pequeña niña sabía que quería dedicar su vida a ayudar a los más necesitados. Por eso se convirtió en monja, pero no una monja cualquiera, pues es la fundadora de una organización sin fines de lucro, la cual tiene la labor de ayudar a personas cuyos derechos han sido violados.
En abril de 1993 surge CADHAC, dentro de sus instalaciones puedes encontrar a familiares y amigos de las víctimas, trabajando e investigando sobre sus paraderos, llevando documentos al Ministerio Público, asimismo, se organizan reuniones de análisis; en cada paso, siempre está Consuelo Morales liderando y brindando apoyo en cada proceso. Lo más importante de todo es la valoración de los Derechos Humanos que CADHAC promueve, pues sabe la importancia de cada vida y de cada ser humano.
Según Animal Político, de 2009 a 2010, las muertes violentas crecieron 242%, y las desapariciones 47%, en tan sólo este estado.
Human Rights Watch le otorgó a la Hermana Consuelo el premio Alison des Forges, cuya distinción es para aquéllos que hacen un “activismo extraordinario”. Consuelo Morales es la primera mexicana en recibir este preciado galardón humanitario.