«Las prostitutas son mujeres conectadas con las luchas de todas las mujeres.»
Ana Paula Da Silva – presidenta de Davida.
El 2 de junio se celebra el Día Mundial de la Prostitución, el cual conmemora los actos de 150 trabajadoras francesas, que protestaron en 1975 contra la discriminación y la violencia por parte del estado. Dichas trabajadoras tomaron la iglesia Saint-Nizier de Lyon, Francia.
En Brasil, celebran este día otorgándole el nombre de «Putadei», pues buscan la aceptación de la sociedad hacia el sector del sexo pagado, debido a que la mayoría de las personas lo ven con desdén y desprecio.
Davida es una organización que defiende los derechos de las prostitutas y cuya presidenta, Ana Paula Da Silva, afirma que hay extrema confusión entre los términos «trabajo sexual», «explotación sexual» y «tráfico de personas».
«La gente piensa que es lo mismo, pero no lo es, la explotación es un crimen, y se produce –en su mayoría– dentro de las familias. Son costumbres culturales, como el machismo y la misoginia.» – Da Silva.
Cabe destacar que Brasil es el país con mayor número de asesinatos de travestis y transexuales en el mundo, por lo que muchas prostitutas, travestis y transexuales, viven con temor a ser violentadas.
A pesar de que Río de Janeiro es un lugar donde abunda la sensualidad y las experiencias eróticas, aún hay demasiados prejuicios y discriminación. Según el Observatorio de la Prostitución, se calcula que existen alrededor de 10,000 prostitutas, de las cuales 4,000 forman parte de la región «Vila Mimosa».
Existe un factor muy notorio, por el cual el número de prostitutas se ha incrementado: la crisis económica. Según Davida, la mayoría de las personas que realizan esta profesión tienen, además,otro sustento económico. Sin embargo, a la larga dejan su primera profesión al darse cuenta que en la prostitución consiguen más dinero.
En Brasil, desde varios años atrás, se lucha por los derechos de las prostitutas, consiguiendo su primer logro en los años 70: el código brasileño señala a la prostitución como profesión. Además, existe la corriente Putafeminismo, que es meramente: «la lucha contra la idea de que las putas no son feministas».
Reinasdelaselva 