«La educación es la llave para tomar decisiones informadas sobre nuestra vida, la esperanza para el futuro, la herramienta más poderosa para dar rienda a nuestro potencial.”
Isatou Jeng
La ablación o la Mutilación Genital Femenina (MGF) son temas sumamente sensibles para el mundo entero, especialmente para aquellos países que lo practican. Países llenos de tabúes que, en su afán de controlar la sexualidad femenina –evocándola como algo sucio–, extirpan los genitales femeninos, total o parcialmente, a las niñas y mujeres jóvenes, con tal de que no puedan tener placer o sexo. En los países donde se practica este horripilante proceso, se cree que así se conseguirá un buen matrimonio, representa la pureza, limpieza y moral estricta. Las niñas que no son expuestas a esta práctica, se consideran promiscuas y sucias.
Isatou Jeng, es una mujer sobreviviente de esta práctica. Originaria de Gambia, uno de las naciones de África más pequeñas –con apenas dos millones de habitantes–, cuya historia ha estado terriblemente lastimada por una dictadura de 22 años. En esa parte del mundo, los Derechos Humanos parecen pasar desapercibidos, siendo las violaciones de ellos, como algo rutinario.
«El clítoris, en Gambia, es algo sucio que hay que eliminar para estar limpias. Pero es una de las bendiciones que Dios nos ha dado.”
Esta admirable mujer, tiene una licenciatura en Ciencias Políticas, estudios en Psicología y la idea de graduarse en Estudios de Género. Además tiene una fuerte convicción de ayudar a otras niñas y adolescentes, a no permitir que la sociedad las limite y les diga lo que no pueden.
En el 2011, creó junto con otras hermosas mujeres –víctimas de violencia de género o de ablación–, «The Girls’ Agenda», movimiento que empodera a la generación actual de mujeres (y a las generaciones que vienen también), utilizando temas y principios de feminismo, igualdad y justicia social. Además, los hombres son incluidos en el proyecto, pues ellos también forman parte del feminismo.
“Dejen de politizar los cuerpos de las mujeres. Es preciso comenzar desde la infancia, porque los hombres deben entender que las mujeres no somos inferiores, que compartimos responsabilidades, oportunidades en todas las dimensiones y aspectos, y que sólo juntos lograremos un mundo en paz, armonía y justicia.”
Tratando de compartir su enfoque con el resto de la sociedad de Gambia, se ha dado a la tarea de visitar cada comunidad de su país, informando con distintos enfoques el porqué la MGF debe terminar. Debido a esta acción, se ha ganado el apodo de «Isatou Jeng, la radical», a quien no le importa el sobrenombre, con tal de ayudar a crear conciencia sobre esta horrible práctica.
“Tenemos derecho a soñar, a soñar en grande, porque tenemos el potencial para conquistar el mundo. Así que ve, y hazlo.”