Victoria Sau: El Vacío de la Maternidad

“Poder amar a la madre es tener libertad para poder amar a todas las mujeres.”

Victoria Sau

Victoria Sau Sánchez, nacida en Barcelona, España, el 1º de abril de 1930, dedicó su vida como escritora y psicóloga, aunque destacó su labor feminista, convirtiéndose en uno de los más grandes iconos feministas de España, principalmente de Barcelona. 

Como escritora,  dedicó muchos de sus textos a la mujer, al feminismo, incluso a su psicología dentro de la sociedad machista. Uno de ellos se titula «El Vacío de la Maternidad», el cual hace referencia a todo lo que renuncia una mujer, al convertirse en madre, pues brinda toda su energía al esposo y a sus hijos. 

«El Vacío de la Maternidad», nombra a la madre como «pmadre» (madre-función del padre), pues toda la carga del trabajo del hogar cae en sus hombros, siendo rebajada a la función del padre. Cabe señalar que escribió el libro refiriéndose a la mujer de aquéllos tiempos: aquélla madre que dedicaba el 100% de su día a día al hogar, y dependiente, completamente, en forma monetaria.

Sau señala que, en todo grupo oprimido, en este caso la mujer, se ve en la necesidad de creer en las afirmaciones de su opresor, desatando así una violencia intragrupal, pues únicamente buscará en las demás los defectos e imperfecciones que el opresor señala. Por ello, es el Padre quien afirma “La peor enemiga de la mujer es la mujer misma”, mientras el resto de mujeres a coro lo repiten.  Una buena y justa razón para aprender a respetarnos y a amarnos entre nosotras.

Cabe destacar que, por la palabra «vacío» de «El Vacío de la Maternidad» entendemos al «vacío de poder de decidir y gestionar, de tener influencia y de gozar de autoridad». En el libro, destaca el siguiente párrafo:

Pg. 111: “En todo grupo oprimido, cuando no se le ve salida a la opresión, la agresividad intragrupo aumenta, porque la mayoría se identifican con el opresor y buscan en cambio en sus iguales, los defectos que aquel les atribuye. Un grupo oprimido, si no ve escapatoria a su situación, cae en estado de indefensión y ve reducida su capacidad de razonamiento. Culpar a la persona más inmediata y acusarla, además de presentar los rasgos que el opresor ha previamente atribuido y más tarde reforzado en los oprimidos, hasta moldearlos como él quiere, es poco inteligente y es carencia de amor. Es quedarse en la pura inmediatez de las cosas. Porque inteligencia y amor se refuerzan mutuamente y no al contrario, como quiere engañosamente hacer creer el discurso patriarcal. Son la agresividad y el odio las que bloquean las facultades intelectuales. 
“Qui té amigues té fatigues” dice un refrán catalán, uno más de los que todos los refraneros tienen para educar a las jóvenes en la desconfianza hacia su propio sexo
Es por esto que, como dice F. Collin (1977): “la resurrección de la mujer es la derrota de la pmère”… Dicho de otra manera, liberarse la mujer, en sentido retroactivo, liberar a la madre, el mayor acto de amor que pueda darse. Porque la propia liberación indica que la madre-función-del-Padre no ganó la partida, de modo que, quien la ganó en parte alícuota fue la huérfana que había en ella, la mujer sin más. Es como si la hija feminista –toda liberación humana pasa por el feminismo, lo reconozcan algunos/as o no– hubiese pagado la fianza para sacar a su madre de la cárcel, independientemente de que algunas madres no lo entiendan así y prefieran seguir en ella. 
(…)
Entre tanto las mujeres se hacen de madres de sí mismas, pero no como víctimas, sino porque ese es el punto de partida hacia la nueva Maternidad”. 

Otro legado, poco conocido, de Victoria Sau, son sus más de 35 novelas rosas –novelas románticas–, que publicó bajo el pseudónimo de Vicky Lorca. Además de diversos cuentos y obras divulgativas.

El 6 de noviembre del 2013, Victoria Sau Sánchez fallecería a los 83 años, en el mismo lugar donde nació: Cataluña.

@reinasdelaselva

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