En esta era moderna, el machismo sigue siendo tan común en los países, que parecieran faltar leyes y normas para cuidar a la mujer de los diversos estereotipos implementados por la sociedad.

Ahora, para proclamar la supremacía sexual masculina, ha habido agresiones sexuales disfrazadas de algo cotidiano, meramente normal, de una relación sexual consensuada pero con un pequeño detalle: el hombre se quita el preservativo a mitad del coito, sin que la mujer lo note, para eyacular dentro de ella.

En ningún momento se dio el consentimiento de sexo sin protección. Los riesgos son muchos, lo menos atemorizante es un embarazo, hay cientos de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) cuyo riesgo para la salud es infinito. A esta acción de engañar sobre el condón y de quitárselo sigilosamente, le llaman stealthing.

El stealthing es una agresión sexual, una violación, porque a pesar de haber dado consentimiento de tener sexo, ya sea con una persona de confianza o no, el hombre prefiere quitarse «a escondidas» el condón por un sinfín de pretextos, cuando en un principio se acordó el uso del preservativo.

Esta acción es considerada machista y ha llamado la atención, debido a que en Estados Unidos hay foros de Internet donde los agresores comparten consejos para engañar a la pareja sexual y evitar que se dé cuenta, cuando el preservativo es retirado.  Hay, incluso, historias de «casos de éxito», donde los agresores comparten sus experiencias, como si fuera un orgullo y un tutorial.

Lo lamentable del asunto es que no hay leyes que regulen esta agresión, porque fue sexo consensuado, no hubo «maltrato» y, si de por si, es muy complicado obtener justicia por una violación sostenida bajo la ley, obtener justicia por el stealthing sería algo nulo.

@reinasdelaselva