Lita Cabellut, la voz del pueblo gitano

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De etnia gitana, nacida en Sariñena (Huesca, España) en 1961, Lita Cabellut fue abandonada por su madre, donde vivió durante ocho años en la calle, para después ser internada en un orfanato, hasta que fuera adoptada por una familia.

A sus 12 años, y a pesar de ser analfabeta y disléxica, descubrió su vocación en el Museo del Prado, inspirada por las obras de Francisco de Goya y Diego Velázquez. Tras años de clases particulares con profesores de dibujo, se trasladó a los Países Bajos, con 19 años, para cursar estudios en la Gerrit Rietveld Academy, en Ámsterdam, y desarrollar algunas de las técnicas artísticas que acabaron definiendo su estilo.

Su trabajo, refleja el de una artista multidisciplinar con obras en óleo sobre lienzo, dibujo, escultura de papel, fotografía, poesía, poemas visuales y vídeos; ha trabajado durante años con expertos químicos, para conseguir en sus lienzos el aspecto craquelado de las pinturas antiguas.

En abril de 2011, Lita Cabellut recibió el Premio de Cultura Gitana de Pintura y Artes Plásticas, del Instituto de Cultura Gitana, en reconocimiento al trabajo realizado en beneficio de la cultura gitana en el mundo.

Apenas conocida en su país natal hasta hace poco, es una figura en el mercado internacional y una de las artistas españolas con mayor proyección. ArtPrice, la publicación de referencia del mercado internacional de subastas de arte, la ha postulado en 2015 como la española más cotizada colocándola en el puesto 333 de la lista, detras de Mique Barceló y Juan Muñoz (los otros dos únicos españoles incluidos en ese ranking).

La artista, que se siente catalana y española, pese a llevar más de 30 años fuera, expresa en su obra alegatos de humanidad, retratos de una fuerza desgarradora. La historia personal de Lita, ayuda a comprender el expresionismo ardiente de sus retratos, que pueblan en su mayoría personajes marginales, como si sus obras fueran la mano amiga, que una vez le tendieron a ella.

Cabellut lo define como “otra manera de pensar y de sentir”, y se vale de ello, no solo para crear belleza, sino también para denunciar la doble moral que su pueblo vive, en el cual los gitanos son admirados como artistas, a la vez que discriminados como ciudadanos.

@reinasdelaselva

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