“El sistema económico del capitalismo y de las instituciones políticas le han fallado a la gente porque es incapaz de destruir el racismo que infecta a este país”, fueron algunas de las palabras pronunciadas durante la campaña presidencial de 1968, por la primera candidata afroamericana Charlene Mitchell.
Llegó a este mundo el 8 de junio de 1930 en Cincinnati, Ohio. Sus padres eran sindicalistas, tal vez esa fue la razón para que años más tarde Charlene se convirtiera en activista de las campañas antirracistas. Desde muy joven entendió que el sistema político y económico no favorecía a la mayoría de los habitantes de su país, en especial a los afroestadounidenses, por ese motivo decidió unirse al Partido Comunista de Chicago.
Después de unos años, abandonó el partido comunista para convertirse en la líder de los Comités de Correspondencia por la Democracia y el Socialismo. Charlene Mitchell fue la responsable de visibilizar la absurda segregación de razas, como la de dividir los auditorios escolares en asientos para “blancos” y asientos para “negros”.
En 1968 el mundo vivía una revolución de movimientos sociales, en Estados Unidos explotaba la Guerra con Vietnam, pero sin duda el hecho más significativo de esa época fue el asesinato de Martin Luther King, ese mismo año Charlene Mitchell se postuló como candidata a la presidencia de EU, era la primera mujer de color en participar por dicho cargo.
Su candidatura estuvo centrada en tres pilares: racismo, economía y feminismo, la idea de su campaña era crear armonía entre blancos y negros. Su lucha por la presidencia fue invisibilizada por sus oponentes, durante las elecciones obtuvo mil votos, para el mundo de la política esto fue consideraro todo un fracaso, pero para la lucha social fue una victoria.
Charlene Mitchell no sólo se convirtió en un punto de partida para otras mujeres, incluso abrió el camino para los afroamericanos, 41 años después llegaría a la presidencia Barack Obama.
Fuente: https://aldianews.com/es/politics/mujeres-en-la-politica/d