“He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo les hiciste sentir.”
Dicen por ahí que no hay luz sin oscuridad, la polaridad no sólo es necesaria, sino que resulta inevitable. Sin embargo, son pocas las personas que pueden ver la desgracia como un puente hacia la virtud. Maya Angelou convirtió su sufrimiento en una oportunidad, pasó de victima a heroína, su nombre quedó marcado en el corazón de toda la cultura afroamericana.
Nació el 4 de abril de 1928, en Missouri. Con apenas tres años fue testigo de la separación de sus padres, este hecho cambió el rumbo de su vida y la orilló a vivir junto a su abuela, una mujer de carácter fuerte pero también independiente. De su abuela aprendería la templanza y resiliencia para enfrentar las adversidades de la vida.

Después de un tiempo, ella y su hermano regresaron a vivir con su madre y su nueva pareja. Cuando tenía ochos años fue violada por su padrastro, Maya no guardo silencio y le contó a su familia sobre el abuso que había sufrido. El novio de su madre fue declarado culpable y puesto en prisión donde permaneció un día, para después ser puesto en libertad. Al salir de la cárcel fue asesinado, la noticia impactó tanto a Maya, quien sufrió de estrés post traumático y quedó muda por 5 años, pensando que ella era culpable de la muerte de aquel hombre.
El silencio fue su gran maestro, aprendió a conocer al mundo a través de la empatía. También desarrolló su gusto por la literatura y la escritura, en especial por autores como: Dickens, Edgar Allan Poe y Jessie Fauset.
A los 16 años dio a luz a su primer hijo, durante esa época estaba mal visto que una mujer fuera madre soltera, así que una vez más fue juzgada por la sociedad. Años más tarde iniciaría su carrera como cantante y bailarina, este trabajo la llevó a girar por el mundo y aprender distintos idiomas. Después de recorrer continentes regresó a Nueva York para iniciar su vida como escritora.

Su vida como escritora sería paralela a su vida como periodista,de hecho, se mudó a África para convertirse en editora en TheAfrican Review, pero unos años después volvería a Nueva York. Tras el asesinato de Martin Luther King, quedaría devastada y hundida en la depresión.
En forma de homenaje a su gran amigo, escribió la serie documental “Blacks, Blues, ¡Black!”, que narraba la relación del blues y la cultura africana.
Un año más tarde publicó I Know Why the Caged Bird Sings (Yo Sé Por Qué Canta el Pájaro Enjaulado), un libro autobiográfico, el cuál hacía énfasis en como la literatura era una herramienta de sanación. A partir de entonces fue reconocida como un referente del feminismo y la cultura afroamericana, Angelou murió el 28 de mayo de 2014.
