“En España en realidad no existe feminismo de ninguna clase y si alguno existiera, habríamos de llamarlo fascista, pues sería tan reaccionario e intolerante, que su arribo al poder significaría una gran desgracia para los españoles”.
El anarquismo no es un mérito único de la masculinidad, en la historia han existido mujeres dispuestas a comprometer su vida con tal de cambiar los paradigmas de la sociedad. Un ejemplo de ello es Federica Montseny, española anarquista encargada de liderar el movimiento obrero español.
Nació en Madrid en 1905, creció en un hogar de ideología liberal y por supuesto anarquista. Sus padres eran dos intelectuales que siempre fomentaron el arte, la cultura y sobre todo el pensamiento crítico, gracias a esto logró escribir su primera novela cunado tenía sólo 15 años.

Dos años después comenzó a colaborar en algunos medios anarquistas, para finalmente unirse a la Confederación Nacional del Trabajo, también formó parte del cuerpo editorial de Revista Blanca.
Los artículos hechos por Federica se convirtieron en un referente ideológico dentro de España, ella era el ojo critico de las esferas políticas, económicas y hasta culturales del país ibérico.
El gran impacto de sus publicaciones la orilló a dar el siguiente paso, en 1932 comenzó una gira y fue nombrada ministra de Sanidad y Asistencia Social, por desgracia sólo estuvo seis meses ocupando dicho cargo. En su corto periodo dentro del gobierno propuso ideas humanistas e innovadoras, entre ellas la interrupción legal del embrazo.
Después de la Guerra Civil, se refugió en Francia donde estuvo vigilada tanto por el ejercito nazi como por los franquistas. Federica Montseny destruyó toda su documentación y cambió de nombre a consecuencia del acoso que sufría. Incluso vivió en el exilio por más de 38 años, fue hasta 1977 cuando pudo regresar a España.
Fuentes: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/frederica-montseny-primera-mujer-ministra-europa_17187