“La imaginación es la única clave para el futuro. Sin ella no existe ninguno – con él todas las cosas son posibles”.
Sólo una persona se atrevió a enfrentar a John Davison Rockefeller, quien era considerado uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos, esa persona fue la periodista Ida Tarbell.
Rockefeller era la persona más importante del siglo XIX para los norteamericanos, era la imagen perfecta del éxito, talento, filántropo y además un cristiano impecable. Su empresa Standard Oil Company estaba en su mejor momento gracias a la proliferación del petróleo.
Mientras que el impero de Rockefeller crecía rápidamente, la clase trabajadora sufría de las carencias y una terrible sobre explotación. Fue aquí cuando apreció la periodista Ida Tarbell, quien empezó a investigar la procedencia de los negocios de Rockefeller.
Tarbell, descubrió que Rockefeller se encargaba de destruir a sus competidores a través de mentiras, negocios fraudulentos si alguno se resistía comenzaban las intimidaciones por parte del multimillonario, fue así como miles de familias perdieron sus empresas.
Su artículo titulado “La historia de la compañía Standard Oil” también reveló que Rockefeller transportaba el petróleo de gran parte de Estados Unidos. La investigación incluía algunos testimonios de empleados, exempleados y victimas del llamado Rey del petróleo.
«Este esquema es infalible. Significa que controlaremos totalmente el negocio petrolero. No hay posibilidades para alguien de afuera. Pero le daremos a todos la oportunidad de entrar. Usted debe entregar su refinería a mis tasadores y le pagaré en efectivo o con acciones de la Standard Oil Company, lo que prefiera, por el valor que le demos. Le aconsejo que tome las acciones. Será por su bien». Según la periodista esta era el discurso que utilizaba para destruir a quien consideraba su competencia.
Tras esta publicación Rockefeller pasaría de ser un filántropo a la persona más odiada por los estadounidenses. El trabajo hecho por Ida Tarbell ocasionó que la Corte Suprema de los Estados Unidos disolviera el monopolio petrolero de Rockefeller.
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