Se recuerda a las escuelas normales rurales como los centros que dieron educación a un grupo desprotegido de la sociedad, uno con muchas carencias: los campesinos. No obstante, también debemos atribuirles que, en una época donde escasas mujeres tenían acceso a la educación, las normales rurales brindaron la oportunidad a muchas féminas de instruirse y de emplearse como maestras, por ello podría decirse que estas instituciones fueron una herramienta feminista.
Las escuelas normales rurales fueron creadas posterior a la Revolución de 1910, a fin de transformar la vida de los campesinos a través de la educación; su objetivo principal consistía en formar docentes que brindaran competencias útiles a las comunidades rurales.

Posteriormente, en los años 30 se buscaron propósitos más ambiciosos: se formaron a jóvenes de entre 12 y 17 años con un plan de estudios que integraba los conocimientos docentes con los de técnicos agrícolas, de esta manera preparaban a los campesinos con saberes generales, les enseñaban técnicas de agricultura y de ganadería, y además les comunicaban cultura cívica.
Fue así que las normales rurales, al no hacer distinción de género, se convirtieron en un espacio educativo tanto para hombres como para mujeres, por lo que fueron una herramienta de equidad. Este modelo educativo es uno de los grandes aportes de nuestro país al mundo, pues dichas escuelas brindaron una nueva perspectiva de género al desarrollar la educación mixta y generar avances en el acceso a derechos fundamentales para las mujeres.
Sin embargo, la equidad y la aceptación de la población femenina también han tenido retrocesos. Diversas reformas educativas han ido excluyendo la participación de las mujeres, se ha puesto mayor vigilancia sobre ellas y se ha dado un límite del 30% en la matrícula femenina; inclusive en las comunidades existe rechazo por aquellas que deciden acudir a escuelas mixtas.
Sin duda se tienen que encomiar los avances alcanzados hasta ahora y el acceso a una profesión que muchas mujeres han tenido gracias a las normales rurales; empero, pese a ese gran triunfo, las mujeres sólo tienen mayor participación política bajo la subordinación de dirigentes hombres.
Fuentes:
https://www.nexos.com.mx/?p=24304