Un grito, un emblema, un hashtag, unión, desafío, voces al unísono, reclamo… Todo eso y más representa el “Ni Una Menos”, esta frase encabeza la marcha que desde el 3 de junio del 2015 se lleva a cabo para visibilizar las problemáticas que enfrentan las mujeres debido a su género. Cada año, cuando todas nos unimos y formamos una fuerza ingente nos percatamos de que no estamos solas y de que unidas nuestra voz tiene más peso.
Ni Una Menos, acompañado del “Vivas Nos Queremos” recorrió todo el continente y tomó fuerza en cada país, puesto que en cada zona las mujeres sufrimos de abuso y de violencia, es un asunto con el que todas nos identificamos: no existen casos aislados y ningún país es ajeno.
En la marcha se atrevieron a gritar las que habían permanecido en silencio, se le dio voz a las que aún siguen calladas y a aquellas que simplemente no pueden hablar como todas las niñas que han sido abusadas o las mujeres que ya han muerto. La marcha materializa la lucha, no se queda en redes sociales, sino que se hace presente.
Desde ese 3 de junio del 2015 las movilizaciones han impulsado a las víctimas a hablar, a denunciar; se han hecho visibles casos que antes hubiesen pasado desapercibidos; se ha exigido justicia a las autoridades, al Estado; se ha logrado la creación de nuevas leyes o la renovación de antiguas; se han conseguido cambios en la educación sexual en las escuelas; se han logrado transformaciones en la manera de educar a los niños y en la forma en la que se concibe a las mujeres; en fin, se han alcanzado un montón de logros.

El camino no ha sido sencillo y queda una larga senda por recorrer, no obstante, cada vez son más los países que se unen y ayudan a que el lema “Ni Una Menos” tome fuerza: Argentina, Perú, Colombia, Chile, Nicaragua, Estados Unidos, Francia, España, Turquía… En todos y en diversas lenguas han surgido frases que lideran la lucha y tildan los abusos; ahora es más difícil que un caso de violencia, un abuso o un feminicidio quede sepultado por el olvido.
Fuente: