La historia de las mujeres en Francia no hubiera sido la misma sin la existencia de Simon Veil, ella cambió la vida de sus congéneres, luchó por la libertad y autonomía de todas. Su legado quedó plasmado en la Ley Veil, promulgada el 17 de enero de 1975. Esta ley impulsó la despenalización del aborto antes de las 12 semanas de embarazo.
Simon Veil fue una mujer inquebrantable, su fuerza humana y femenina la hicieron salir adelante aún de las peores condiciones. Cuando tenía 17 años fue llevada junto con su familia al campo de concentración nazi de Auschwitz, vivió ahí por un año. Durante ese tiempo su madre murió de tifus, una enfermedad causada por piojos, mientras su padre y su hermano fueron asesinados en Lituania. A principio de 1945, Simone fue puesta en libertad junto a sus dos hermanas.

La recuperación de Simon ante la catástrofe era sorprendente. En 1946 comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de París y 10 años más tarde logró convertirse en magistrada, también obtuvo el puesto como presidenta del primer Parlamento Europeo. Su carrera política siempre fue de la mano con la lucha feminista, cada paso que dio lo hizo pensando en los derechos de las mujeres.
En 1974 comenzaría una de las batallas más importantes de su vida: la creación de una ley que permitiera las mujeres interrumpir el embarazo de manera voluntaria y segura. Durante todo un año se dedicó a estudiar todas las posibilidades y obstáculos legales referentes al aborto. El resultado de esto es un emotivo discurso, presentado ante la Asamblea Nacional.
“¿Quién se preocupa hoy por estas mujeres en dificultades? La ley las rechaza y las deja no sólo en el oprobio, la vergüenza y la soledad, sino también en el anonimato y el miedo a ser procesadas. Obligadas a esconder su situación, muchas veces no tienen a nadie que las escuche, las aconseje y les de apoyo y protección.
Yo no soy de esas personas que le temen al futuro. Las nuevas generaciones nos sorprenden en tanto se diferencian de nosotros; nosotros las criamos de manera diferente a la que nosotros mismos fuimos criados. Pero estos jóvenes son valientes, pueden ser entusiastas y sacrificarse como otros lo hicieron antes. Sigamos confiando en que sabrán conservar el valor supremo de la vida”.
Estas fueron algunas de las palabras pronunciadas por Veil, durante una asamblea conformada en su gran mayoría por hombres. La iglesia criticó de manera severa la postura de Simon, quien falleció en su casa un 30 de junio de 2017.
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