Escritora, intelectual, religiosa y prisionera de las Islas Marías, Concepción Acevedo de la Llata, mejor conocida como la madre Conchita, fue la mujer acusada (injustamente) de ser la autora intelectual del asesinato del general Álvaro Obregón y pasó 10 años en prisión, donde fue torturada.
Nació en Querétaro en1883, desde los 17 años decidió unir su vida a la religión, 3 años más tarde ingresó a la Orden de las Capuchinas Sacramentarias. Fue considerada una rebelde por violar la famosa Ley Calles, la cual intentaba controlar y limitar el culto católico en México.
Desde entonces tuvo una relación complicada con la política y el gobierno, por mucho tiempo fue perseguida y amenazada, motivo por el cual tuvo que cambiar de domicilio innumerables veces.
Su persecución la impulsó a formar parte del movimiento cristero, es ahí donde conoce a José de León Toral, un futbolista y dibujante que estaba en contra de las nuevas reformas constitucionales. Entre reuniones y platicas la madre Conchita, explicó que la única forma de acabar con los opositores del catolicismo, era asesinando a Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Estás palabras resonaron en la mente de León Toral, quién el 17 de julio de 1928 asesinó al general Obregón.

La madre Conchita fue detenida y llevada a juicio, donde negó haber planeado el asesinato. Aun así fue sentenciada a 20 años de prisión, la única prueba que tenían contra ella era esa platica que tuvo con Toral y otros cristeros.
“¿Cómo puedo disuadir a una persona de lo que no me ha dicho que trata de hacer? ¿Cómo podría decirle a su Señoría que no se meta de monje, si no tiene pensado hacerlo?”. Fueron las declaraciones de la madre Conchita durante el juicio.
Concepción Acevedo de la Llata se continuó expresando por medio de la escritura. Al salir de prisión colaboró con la revista Hoy, además publicó dos libros autobiográficos titulados: Una mártir de México y Yo, la madre Conchita.