El periodismo es una de las carreras más peligrosas que existen. Los países que fueron calificados como los más peligrosos para ejercerlo son China, Cuba, México, Irak y Afganistán, y este último recientemente sumó una víctima más a su lista de periodistas asesinados.
Malala Maiwand fue una periodista y activista afgana. Trabajaba como presentadora en el canal de televisión Enekaas, fue reconocida por ser comentarista de cricket, un deporte bastante popular en su país, luchaba por los derechos de las mujeres, las niñas y los niños en su país, algo en contra de los principios del Estado Islámico.
También colaboraba en el Centro para la Protección de Mujeres Periodistas Afganas. De acuerdo con los datos de este centro, de marzo a noviembre del 2020 se han registrado 18 casos de violencia a periodistas, 10 de ellos han sido a mujeres.
El 10 de diciembre del 2020, día de los Derechos Humanos, Malala Maiwand perdió la vida en un tiroteo. El ataque tomó lugar en Jalalabad, la capital de la provincia de Nangarhar, cuando iba camino a su oficina.
Hombres armados atacaron su vehículo, asesinándola a ella y a su chofer. Al principio no se tenía claro el responsable del ataque, pero horas después el grupo yihadista del Estado Islámico se adjudicó el crimen.
El acto fue condenado por el presidente Ashraf Ghani, quien exigió a las autoridades que investiguen el ataque.
La vida de Malala ha terminado pero su lucha sigue presente, hoy más que nunca debemos reconocer su valor. El mundo recordará a Malala como una mujer que dedicó su vida contar la verdad y a luchar contra la injusticia de su país.
Fuentes:
@ReinasdelaSelva