El 12 de mayo del 2020 fueron atacadas las instalaciones del área de maternidad de la organización Médicos Sin Fronteras (MFS) en Kabul. 3 hombres armados irrumpieron en la unidad de cuidados y los resultados de ese ataque devastador fueron 25 personas muertas, de las cuales 16 eran madres y 5 se encontraban en labor de parto, más una matrona, 2 pequeños de 7 y 8 años de edad y otras 6 personas que se encontraban ahí en el momento del ataque.
El lunes 15 de Junio del 20202 MFS pone fin a sus actividades tras la agresión, aun no tiene suficiente información sobre los autores del ataque. Autoridades afganas culparon a los talibanes o al Emirato Islámico de Afganistán y los gobiernos extranjeros aseguran que fue el estado islámico del gran Jorasán.
Es lamentable pensar que la zona de maternidad fue objeto de un acto violento y descomunal donde los pacientes, los trabajadores y toda las personas involucradas en la ayuda humanitaria fueron agredidas.
La MSF no encontró otra opción para poner a salvo a su equipo, pues anteriormente muchas organizaciones también fueron atacadas y continuar sería poner en riesgo miles de vidas humanas, según comentan los doctores.
La organización busca la manera de brindar apoyo a la familias de las mujeres fallecidas en la maternidad y buscan procedimientos para continuar sosteniendo las iniciativas destinadas a mejorar el acceso a la atención medica en la localidad.
Se atendieron cerca de 16 mil partos en 2019 y se redujeron las mortalidades maternas y neonatales con este gran proyecto, pero ahora una guerra sin sentido esta dejando sin ayuda medica a aproximadamente un millón de personas, según MSF.
Alrededor de 70 empleados y pacientes de la organización que participaban en diferentes programas de atención medica en Afganistán han sido asesinados en los últimos 17 años. Hoy en día ya no pueden garantizar la seguridad de los pacientes ni del personal.
Fuentes:
https://www.elmundo.es/internacional/2020/06/15/5ee77ec8fdddff38838b45f2.html
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