Por mucho tiempo América Latina fue una región en la que predominó una ideología clasista y conservadora en temas relacionados a los derechos de las mujeres, principalmente en temas como la educación y la participación política. Es por esto que mujeres como Matilde Hidalgo destacaron por tener una ideología sumamente progresista y adelantada a su época, luchando por la igualdad de las mujeres y en contra de la opresión que sufrían, demostrando que los resultados se consiguen con hechos y no con palabras.
Matilde nació el 29 de septiembre de 1889, siendo descendiente de padres venezolanos y la más chica de seis hermanos. Estudió la primaria y secundaria en una escuela católica llamada Hermanas de Caridad y era voluntaria en el hospital de la escuela, lo que despertó su interés por la medicina, el trabajo social y ayudar a los más vulnerables.
Al terminar la secundaria, decidió continuar sus estudios de preparatoria (algo nuevo para su época ya que se “acostumbraba» que las mujeres terminando la secundaria se dedicaran a prepararse para ser madres y a atender sus casas) logrando graduarse con honores y ser la primer mujer en terminar la preparatoria en Ecuador. Tras esto, Matilde decidió ir aún mas lejos y estudiar medicina, siendo rechazada primeramente por la Universidad de Quito, por lo que decidió ir a la Universidad de Azuay, en dónde fue aceptada y se convirtió en la segunda mujer en América Latina en graduarse de la universidad, por detrás de la argentina Alicia Moureau.
En 1921, consiguió el doctorado en medicina, siendo la primera mujer en Ecuador en lograrlo; en 1923 se casó con el abogado Fernando Procel, con el que tuvo dos hijos y adoptó su apellido siendo Matilde Hidalgo de Procel. Pero sus ambiciones no acabaron, en 1924 comenzó a cuestionar el hecho de que las mujeres no tuvieran participación política ni derecho al voto.
Es por esto que el mismo año, durante las elecciones del Congreso y el Senado, Matilde fue a inscribirse al padrón electoral para poder votar, pero fue rechazada por la Junta Electoral. Matilde, en respuesta, citó el artículo de la Constitución que regulaba el derecho al voto diciendo que “para ser ciudadano ecuatoriano y poder ejercer el derecho al voto los únicos requisitos eran ser mayor de 21 años y saber leer y escribir”. Matilde hizo hincapié en que en la Constitución no se especificaban géneros, por lo que hombres y mujeres tenían el mismo derecho a votar.
Debido a esto, su solicitud fue enviada al Consejo de Estado, quién la aprobó por unanimidad. Cinco años después, en 1929, Ecuador aprobó el sufragio femenino, siendo uno de los primeros países latinoamericanos en dónde las mujeres pudieron votar.
Pero ese no fue el último mérito de Matilde; en 1941 decidió postularse como diputada, siendo la primera mujer ecuatoriana en ganar una administración pública por elección popular. El gobierno ecuatoriano la premió con la Medalla del Mérito, Medalla de Salud Pública, la Medalla de Servicios por la Cruz Roja.
Matilde falleció en el año 1974, a los 84 años.
Fuentes:
https://elpais.com/sociedad/2019/11/21/actualidad/1574327354_255470.html
https://www.bbc.com/mundo/noticias-50502862